Para una persona
1. Pon el agua en una olla, de forma que haya unos 10 centímetros de altura disponibles para los huevos.
2. Agrega la sal y el vinagre y pon a calentar a fuego medio el contenido del recipiente, hasta que hierva.
3. En dos bowls pequeños o tazas, vacía los huevos.
4. Cuando el agua haya empezado a borbotear, baja a fuego lento y espera a que desaparezcan las burbujas.
5. Con una cuchara haz movimientos circulares y suaves en el líquido, hasta que se haga un pequeño remolino. Luego vierte los huevos en el centro del remolino. Hazlo lo más cerca de la superficie que puedas, para que el cambio no sea muy brusco y haga que se rompan.
6. Con cuidado, continúa moviendo el agua con la cuchara. Esto es para que la clara envuelva de forma circular a la yema y la cubra por completo.
7. Espera 4 minutos a que se cuezan y corta los bordes indeseables de la clara con la cuchara.
8. Saca del agua los huevos con una cuchara o espátula drenadora y, de preferencia, mételos de inmediato a un recipiente con agua fría para que se detenga la cocción.
9. Agrega la palta molida a tus tostadas y sirve los huevos pochados sobre ellos. Añade sal y pimienta a gusto.
¡ A disfrutar!
